Lo
observé desconcertado un momento, hasta que reaccioné me dije en mi mente
estúpido y saqué el celular del bolsillo de mi pantalón. Llamé a la policía.
–Cuál
es su emergencia–me contestó una voz templada.
–Mire…
eh, un tipo, un ladrón un humano entró a mi apartamento… –dije agitado–, me
atacó y acaba de escapar…va muy rápido ayúdeme
El
operador tomó mis datos y me hizo algunas preguntas. A medida que pasaban los
segundos me fui calmando, mi mete se empezaba a despejar hasta lo borracho se
me bajo en ese momento me di cuenta de que sería inútil que la policía lo
buscara. La calle Octavio quedaba a pocas cuadras del edificio
y para el intruso sería muy fácil desaparecer allí y logras su escaparse, si es que un cómplice no lo había recogido ya rayos pensaba como en las películas pero a veces la realidad se parece nunca están solos.
y para el intruso sería muy fácil desaparecer allí y logras su escaparse, si es que un cómplice no lo había recogido ya rayos pensaba como en las películas pero a veces la realidad se parece nunca están solos.
De
todas formas con respeto no interrumpí al operador ya que si había
llamado mínimo para alertar de que en esa zona había llegado la delincuencia,
al terminar de tomar mis datos me informó que dos patrullas acababan de
salir en busca de alguien con las características descritas y que luego
pasarían por el edificio para verificar si no habían dejado algún rastro.
Le
di las gracias y colgué.
En
ese momento volví a notar el dolor que se expandía por mi cabeza, justo arriba
de mi sien izquierda. Me sobé con una mano y noté una inflamación vaya que me
había dado duro aquel tipo y más con los golpes que yo mismo me metí al caer al
suelo. Tendría que ponerme hielo y ponerme hacer ejercicio me venció muy rápido
Entré
al comedor me acerque al refrió y vi mi pastel que había guardado. Estaba un
poco desordenado por eso me puse a Recordar todo y lo llevé a la mesa auxiliar
de la cocina. Saqué unos hielos del congelador y los envolví en un trapo. Hice
presión con él sobre el lugar del golpe no quería que se inflamara más me dolía
también mi orgullo...
continuara
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